Editorial ¿Qué reflejan los incendios? (por Adrián Streit)

"Entre 7 mil y 10mil hectàreas"

Es inmedible desde el punto de vista ambiental el alcance y la magnitud de la catástrofe de este verano 2021. Gran daño al medioambiente a causa del incendio iniciado en un fuego mal apagado, ocurrido en un lote ubicado al borde de un barrio en zona cercana de Cuesta de Ternero e implicando grandes superficies en diferentes zonas boscosas de El Bolsón.

El diario del el lunes siempre nos empuja a ver qué cosas se podrían haber hecho para prevenir que esto no suceda. Terminaríamos por ver que la mejor forma de combatir un incendio forestal sería que el mismo nunca se iniciarse, o de resultar que igualmente se produjera entonces detectarlo rápidamente y apagarlo dentro de la primer media hora. Sería lo ideal, aunque no fue lo que sucedió.

Cuando comienza un incendio forestal en pleno verano seco sin lluvia comienza a generarse algo que seguramente tendrá características de incontrolable.

Cada uno en sus pensamientos ensaya diferentes formas de cómo se pudría haber hecho para impedir tanto desastre. A la vez nos angustiamos y nos llenamos de impotencia cuando ponemos el ojo en los recursos económicos que hacen falta para enfrentar un incendio forestal. Sin duda, ante la impotencia, empezamos a ver con claridad todas las maniobras económicas o financieras que podrían haberse realizado con más eficiencia desde el Estado para disponer de más recursos humanos y mejores elementos. Evidentemente lo que hay no alcanza.

¿Por qué un lote ubicado pegado a un bosque no tiene una calle cortafuego en su perímetro?

¿Cuál es el mundo en que vivimos en donde una sola persona puede –con o sin intención- apretar un botón y que en consecuencia volemos todos por el aire?

¿Qué hacemos, además de pagar sueldos, con los fondos resultantes de los impuestos que pagamos cada día, cada segundo y hasta en la yerba?

¿Cuál es el lugar que este mundo, esta sociedad y finalmente quiénes vivimos en La Comarca Andina destinamos al medioambiente, cuando en realidad –entre otras cosas no tenidas en cuenta- tampoco estamos aplicando alguna política seria de planificación territorial a largo plazo?

La pregunta puede tener varias respuestas pero finalmente los hechos de la realidad tendran la ùltima palabra.