El impacto al comercio, al cuentapropismo y a la actividad privada en La Comarca.

Atràs quedò el paupèrrimo verano 2019 pero no las consecuencias ocasionadas a quiénes no gozan de un sueldo del Estado o de un Banco o de una importante empresa monopòlica.
Desde ya que, ante el resultado de una temporada turística económicamente catastrófico, brillan por su ausencia señales que puedan estar indicando que esta situación (y sus alcances) haya podido ser dimensionada por quiénes se encuentran a cargo del Estado. Seguramente de algún alivio sería que los vecinos estuvieran percibiendo acciones que lograsen infundir esperanza, es decir que las familias afectadas en su actividad privada y sus inversiones pudieran notar que las autoridades se han dado por enteradas y en base a ello haber planificado de qué manera han decidido acompañar y no en cambio estar dejando la desamparante sensación de que su rol y todas sus obligaciones se hayan reducido simplemente a obtener indexada su recaudación. En el actual contexto ésta omisión termina por conducir a mucha gente y a muchas familias hacia el abismo psicológico y económico donde la caída resulta en pérdidas de fuentes de trabajo de los mismos emprendedores y/o de sus empleados.
Cabe preguntarse si las diferentes autoridades no han llegado a dimensionar las consecuencias ocasionadas por la baja resultante de una temporada, en nuestra Comarca, cuya afluencia turística ha mermado entre el 80 y el 90 por ciento o si probablemente el comercio junto a todo su colectivo de prestadores no ha sabido explicar ante los referentes de la política, el contundente daño sufrido por cada familia de cuentapropistas de la región.

por Adrián Streit: